Destellos de vida.
A la memoria de mi hermano seducido por la muerte.
Sudabas sueños policromados
En tan tristes días
De felicidad.
Llorabas azules que ungían tus
Pestañas de arcilla,
Vacíos se abren en el magma de tu alma.
Silencios atronadores,
Súbdito de la infidelidad,
Acoges en tus manos.
Dramáticos por obscenos,
Son tus sufrimientos,
Tus anhelos quebrados
Por la realidad consumada.
¿Qué liturgia elaboró tu vértigo
Para una visión tan clara?
No queda nada detrás de tu último
E insondable sueño. Sólo El tiempo,
Una sucesión de soles estáticos
y orbítales lunas,
Que sigue haciendo grande a Cronos
y más pequeño, si cabe,
Al hombre.
¿Sí la vida es un grano de arena
En la inmensidad Del Universo, dime,
Qué será la muerte?
¿El vacío o el agujero negro de la existencia?
Saltaste al abismo del futuro,
Para dejarnos tu pasado
De vino y rosas.
Mi esperanza me dice
Desde el pozo de la duda,
Que mueres desde la libertad
y no desde las ciénagas
PantanosasDel miedo. Eso es lo que pienso.
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